Manchas de moho en la pared: prevenir y eliminar

Si el problema te supera, no tienes tiempo ni ganas ni te apetece meterle mano, acude a un buen profesional, pero ten en cuenta que según el caso el problema de las manchas de moho puede ser irresoluble, aunque puedes aminorarlo muchísimo siguiendo los pasos que te hemos contado.

Un problema común en las zonas de medianías y norte de nuestra isla son las manchas de moho en las paredes, especialmente esquinas y zonas donde la humedad tiende a condensarse en mayor cantidad. El origen de esta humedad suele ser, en la mayoría de los casos, del vaho nocturno mientras dormimos o bien del vapor del agua caliente que se produce en cocinas y baños, sumado a falta de ventilación y luz natural, especialmente en invierno. También suelen estar presentes en las juntas de azulejos. Si estas manchas no se contienen al final producen desperfectos en paredes, techos y mobiliario.

El primer paso es estar seguro que la fuente de la humedad no es grave, es decir, no se trata de una fuga de agua o bien que entra agua desde el exterior, ya que en este caso si no se remedia la causa las manchas volverán a salir irremediablemente en un corto plazo de tiempo.

Si confirmamos que se trata del vaho y la humedad ambiente, debemos de realizar primero una limpieza de las manchas con el fin de matar las esporas, bien con lejía o con cloro disueltos en agua o bien con un producto de limpieza específico. Aunque puedes pintar directamente encima, eliminar las esporas alargará la vida útil del tratamiento posterior. Es una tarea dura y tediosa pero siempre necesaria.

El siguiente paso recomendable es pintar con pintura antimoho, a ser posible ecológica, previa lijado, raspado y reparación de desconchones en paredes y techos. Según el daño tendrás que valorar usar sellador antes de empezar a pintar. No diluyas la pintura en exceso, un poco por debajo de la proporción indicada por el fabricante. En azulejos tendrás que utilizar materiales para repintar juntas.

Después de buscar y controlar el origen y solucionar el problema tendrás que establecer algunas estrategias de prevención que no evitarán a la larga que vuelvan a aparecer las manchas pero que sí prolongarán la vida útil del trabajo realizado y aminorarán la repercusión de la humedad ambiental. Lo primero que debes procurar es ventilación natural, el famoso consejo de la abuela dejar las ventajas abiertas. Si es posible facilita la luz natural en la habitación que estés tratando. Cambia las cortinas o estores a otras que dejen pasar más luz natural. No utilices agua demasiado caliente en cocina y baños para evitar su vaporización y condensación. Si es necesario, recurre a unos buenos deshumificadores. No sólo evitarás la aparición de las manchas sino que tendrás un ambiente hogareño más saludable.