¿Qué herramientas tener en casa?

Por favor, no compres herramienta en los chinos, o al menos no lo hagas de marcas desconocidas, raras o que imitan a las buenas marcas.

En tu ferretería habitual hay herramientas de calidad aceptable para tus posibles necesidades en casa a precios más que razonables.

Un destornillador de un dolar te durará exactamente un uso. Olvídalo. No gastes dinero en mala calidad.

Lo decimos con todo el respeto del mundo al sector de los bazares chinos.

Vale, no se te dan las manualidades ni el bricolaje y odias montar los muebles de Ikea. Pero aún así, es conveniente tener unas pocas herramientas en casa, para salir de algún apuro que otro hasta que venga tu técnico de confianza.

Hoy no nos dirigimos a los amantes de las chapucillas caceras, ya que estos son asiduos del Leroy Merlin (aunque sea por puro vicio) sino a los y a las que se enfrentan a un destornillador por exigencias del guión de la vida hogareña.

Lo primero que debes tener es un sitio, una caja de herramientas, de tamaño mediano. Porque la cosa más habitual es tener la herramienta desperdigada, lo que lleva a no tener ni idea de dónde guardaste los alicates que tanta falta te hacen ahora para apretar el eslabón abierto de la cadenita de la niña.

¿Ya tienes sitio? Bien, la cosa más habitual en un hogar es apretar o aflojar tornillos, de todo tipo, formas y tamaños. Lo primero que debes procurar poner en tu caja es un juego de destornilladores, al menos cuatro, dos de punta en estrella y dos planos, de cada tipo uno de punta grande y otro de punta pequeña (¡a ojo!).

Un martillo. ¡No hace falta que sea un martillo para destruir bloques de cemento! Sólo uno pequeño o de tamaño mediano, que te ayude cuando necesitas dar un golpe seco, no sólo a clavos. ¡Ni te imaginas la de cosas que se arreglan en la vida con un golpe seco!

Aunque ya sólo con estas dos herramientas resuelves el 80% de los probemillas del día a día en casa, unos alicates, a ser posibles que sirvan para sujetar pero también para cortar e incluso pelar cables. A la hora de reparar un enchufe o colgar la nueva lámpara pueden ser indispensables. También para reparar la cadenita de la niña, la del eslabón abierto, ya sabes. Siempre pasa.

Una llave inglesa, pero no te compliques, de tamaño medio o pequeña. En ella tienes todas las llaves de tuerca posibles. Si es grande, no la vas a poder usar en pequeños espacios como debajo de un fregadero. Si es demasiado chiquitina, no te servirá de nada. Pregunta en tu ferretería. Su principal uso es la fontanería. En muebles metálicos también te serán necesarios.

A partir de aquí, yo te diría que más que comprar a lo loco o por vicio compres según necesites. Algunos accesorios son básicos, como un metro o cinta métrica, como prefieras llamarlo. Algunas herramientas, como las llaves Allen, no vas a necesitar comprarlas, ya suelen venir con los muebles para montar que compres, si ese es el caso de tu decoración. Guarda esas y no compres ninguna otra si no la necesitas. Los tornillos Allen suelen usarse en unas pocas medidas estándares que ya se cubren con las que vienen en los kits de muebles.

En cuestión de herramientas eléctricas el rey es el taladro. Este aparato es el conan de las herramientas de hogar. Y aquí te rogamos que sigas a pie juntillas nuestro consejo destacado de la izquierda. Salvo que quieras sufrir una quemadura o electrocución leve. No te decimos más. Procura comprar uno de alguna marca conocida, de gama baja, que incluya un juego de puntas. No te hará falta mucho más.

Luego, si nos ponemos finos o le das al bricolaje de vez en cuando, algo de protección como guantes y protección para los ojos, como mínimo, creemos que sería muy conveniente. Nuestro consejo es que si disfrutas trasteando cosas vayas ampliando, pero si odias hacer reparaciones en casa, no te compliques la vida. Los servicios de mantenimiento del hogar son más económicos a la larga que invertir en herramientas, repuestos, tiempo y cabreos porque la cosa no te sale.